La Biblia es nuestra única y suficiente regla de fe, y práctica. Así que, estos datos fundamentales tienden a establecer las bases de confraternidad entre nosotros, “para que todos hablemos las mismas cosas”. La fraseología humana empleada en dichos datos no es inspirada, ni pretendemos que lo sea; pero las verdades aquí asentadas se consideran como esenciales para un completo ministerio apostólico. No pretendemos que contenga toda la verdad que se haya en la Biblia; pero sí cubren nuestra presente necesidad, y como tal consideramos estas verdades fundamentales.
UNO. En un Dios trino. (tres personas distintas, una esencia, un todo, pero tres personalidades diferenciables).
DOS. En la necesidad y realidad del arrepentimiento como paso previo a la salvación.
TRES. En la regeneración y justificación por la fe en Jesucristo.
CUATRO. En la santificación: a) como un acto instantáneo al adquirir la salvación, posicional, presente, sin aumento. b) como una experiencia progresiva, natural del crecimiento, susceptible de aumentar y c) Como una experiencia futura, garantizada en la glorificación.
CINCO. En que el matrimonio Dios lo diseño para ser por toda la vida, con la explicación que Cristo dejo en Mateo.
SEIS. En el bautismo con el Espiritu Santo, como investidura de poder, para ministerio y testimonio eficaces. En que ese bautismo se recibe subsecuentemente al acto de salvación.
SIETE. En que los dones, los frutos del Espíritu y los ministerios son para la iglesia desde que nació hasta que sea arrebatada.
OCHO. En que la sanidad del cuerpo está incluida en la expiación de pecados por medio del sacrificio de Cristo.
NUEVE. En que echar fuera demonios y orar por los oprimidos del diablo, es una orden que rige para la iglesia hoy. En que los demonios deben salir con la autoridad de la palabra, manejada por personas consagradas a Dios.
DIEZ. En que el ayuno y los retiros de oración y las vigilias, son inapreciables e imprescindibles para mantener nuestro vaso en las mejores condiciones de ser usado por el Espíritu Santo.
ONCE. En que las ordenanzas específicas para la iglesia son: a) La Santa Cena, a celebrarse cuantas veces se desea, b) El bautismo en agua, que debe hacerse en el nombre del Padre, Hijo y Espíritu Santo.
DOCE. En el regreso literal y visible de Cristo, tal como su ascensión. En que habrá dos apariciones de Cristo a su retorno. La primera, a los suyos exclusivamente para arrebatarlos, y la segunda siete años después de la primera, para ejecutar juicio sobre los impíos.
TRECE. En que la gran tribulación será un período entre el rapto de los santos y que culminará con el regreso literal del Señor a Monte de los Olivos para hacer juicio y reinar.
CATORCE. En que el alma y el espíritu de los que están en Cristo, pasan a la presencia del Señor al llegar a la muerte física, por el tiempo necesario hasta que Dios levante sus cuerpos para volver a la tierra. Y el de los impíos va al Hades mientras son juzgados y que ni unos ni otros pueden salir o alterar su posición por ningún medio al alcance del hombre.
QUINCE. En que la resurrección de los cuerpos de los Santos será efectuada cuando el Señor regrese por su iglesia (PRIMERA RESURRECCIÓN) y la resurrección de todos los impíos mil años después para ser juzgados en el gran trono blanco.
DIECISEIS. En que el milenio será un reinado literal de Cristo en la tierra como el gobierno de paz y prosperidad que jamás antes el mundo ha visto.
DIECISIETE. En que la salvación y la condenación ambas son eternas.
DIECIOCHO. En que esta tierra será deshecha y resurgirán cielos nuevos y nueva tierra en donde transcurrirá la eternidad, en la presencia de Dios mismo.
DIECINUEVE. En que el infierno (lago de fuego), será el lugar definitivo de los que rechazaran el plan de redención garantizado en la cruz del calvario.
VEINTE. En que la Biblia es la palabra de Dios, inspirada verbalmente, a la cual nada se le puede añadir ni tampoco suprimir, que contiene el plan completo de la redención del hombre. La IGLESIA DE CRISTO “MANANTIALES DE VIDA”, se constituye para dar continuo énfasis a este propósito, mediante la enseñanza y el estímulo de los creyentes a fin de que reciban el bautismo en el Espíritu Santo, según el dechado apostólico que se observa en el Nuevo Testamento, como son: a) capacitar al creyente para evangelizar en el poder del Espíritu, con señales sobrenaturales acompañantes. b) Capacitar a los creyentes para que respondan a la obra plena del Espíritu Santo en la expresión de su fruto, dones y ministerios, según fueron en el tiempo del Nuevo Testamento.
VEINTIUNO. El ministerio. Un ministerio divinamente llamado y bíblicamente ordenado, ha sido provisto con el fin de dirigir a la iglesia en: a) La Evangelización el mundo. b) la adoración de Dios. c) La edificación del cuerpo de los santos es el proceso de su perfección conforme a la imagen de su Hijo.
VEINTIDOS. La Sanidad Divina. La Sanidad Divina es parte integrante del evangelio. La liberación de la enfermedad es provista en la expiación, y es el privilegio de todos los creyentes.
VIENTITRES. La Bienaventurada Esperanza. La resurrección de aquellos que han dormido en Cristo y su traslado juntamente con los que están viviendo y permanezcan hasta la venida del Señor, es la bienaventurada e inminente esperanza, como también el regreso visible de Cristo con sus santos para reinar sobre la tierra por mil años. El reinado milenario traerá la salvación de la nación de Israel.
VEINTICUATRO. El Reino Milenario de Cristo. La segunda venida de Cristo incluye el rapto de los santos, nuestra bienaventurada esperanza, como también el regreso visible de Cristo con sus santos para reinar sobre la tierra por mil años.
VEINTICINCO. El Juicio Final. Habrá un juicio final en que los impíos muertos serán resucitados y juzgados según sus obras. Y cualquier que no sea hallado inscrito en la Libro de la Vida, juntamente con el diablo y sus ángeles, la bestia y el falso profeta serán castigados eternamente en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda.
VEINTISEIS. Cielos Nuevos y Tierra Nueva. “pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva en los cuales mora la justicia”.
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